The Cabin Factory es uno de esos juegos de terror incómodo de verdad. No es largo, pero sabe aprovechar muy bien su duración para mantenerte en tensión constante. Aunque la historia como tal no es especialmente profunda ni memorable, la atmósfera y las situaciones lo compensan con creces.

Lo que lo hace especial dentro del subgénero de anomalías es su giro principal: no todas las cosas raras son peligrosas. Ver algo inquietante no significa que puedas salir corriendo; a veces tienes que seguir adelante y examinar cada cabaña con calma, buscando señales sutiles de movimiento o cambios extraños. Eso genera una paranoia constante y evita que juegues “en automático”.

Durante la experiencia ocurren momentos genuinamente perturbadores e inesperados, de esos que te hacen dudar de lo que acabas de ver. No abusa de sustos baratos y apuesta más por el mal rollo sostenido.

No es un juego largo ni pretende serlo, pero dentro de su propuesta es muy efectivo. Para muchos, y con razón, uno de los mejores juegos de terror de anomalías disponibles. Muy recomendable si buscas algo corto, intenso y que te deje mal cuerpo.

Undisputed es probablemente uno de los juegos más frustrantes que he probado en mucho tiempo, y no porque sea malo de base, sino porque podría haber sido enorme. Para cualquier fan del boxeo, el concepto engancha desde el primer momento: la idea es buena, el ritmo del combate funciona y la sensación general del deporte está ahí. El problema aparece cuando entras a fondo… especialmente en el online.

Las mecánicas que el juego intenta enseñar —esquivas, parries, contragolpes, gestión de la distancia— simplemente se rompen en partidas online. Da igual que aprendas a jugar “bien”: los golpes atraviesan animaciones, la IA conecta jabs con una precisión absurda y te cruzas constantemente con jugadores que convierten los combates en un spam infinito de uppercuts, drenando tu stamina en segundos. Todo el esfuerzo por dominar el sistema se siente inútil cuando ves que ganar pasa por machacar dos botones.

A nivel de contenido, la situación no mejora. El juego es caro para lo que ofrece, con poca variedad de luchadores y escenarios, y una política de DLCs muy agresiva, donde se añaden personajes de pago mientras problemas graves siguen sin arreglarse. Para colmo, las estadísticas del online se reinician cada pocas semanas, eliminando cualquier sensación de progresión o competitividad real.

Y aun con todo esto… duele decirlo, pero cuando funciona, es muy disfrutable. La base jugable es sólida y, como aficionado al boxeo, hay momentos en los que se nota el cariño por el deporte. Por eso mismo la decepción es mayor: en lugar de centrarse en arreglar el núcleo del juego, se prioriza vender más contenido.

Undisputed no es un desastre, pero sí un título mal gestionado, con decisiones que lo alejan de lo que podría haber sido una referencia del género. Tiene alma de juegazo, pero está rodeado de errores que lo lastran constantemente. Hoy por hoy, me cuesta recomendarlo… y al precio que tiene, aún más... pero si lo veis bien rebajado y os molan las tortas, dadle un try.

Moonlighter es un juego muy agradable y con una idea bastante original. Lo más divertido es que no vendes el botín de las mazmorras a un NPC cualquiera: la tienda eres tú. Gestionar precios, ver cómo reacciona la gente y comprobar que inflar un poco el coste funciona (o no) le da un toque gracioso y diferente a la experiencia.

Exploras mazmorras, consigues objetos y luego decides cómo venderlos, creando un bucle jugable sencillo pero muy satisfactorio. El combate y la exploración cumplen sin alardes, acompañados de un pixel art bonito y una música relajante.

No es un juego especialmente profundo ni complejo, pero sí muy disfrutable, con una propuesta fresca y un ritmo tranquilo que invita a jugar sin prisas.

Un título simpático, original y perfecto para sesiones relajadas.

Propnight fue un juego con buenas ideas, pero muy mal final. Antes de que cerraran los servidores por los múltiples escándalos que rodearon al proyecto, el juego funcionaba bien y era divertido. Básicamente era el Prop Hunt de CS:GO o Garry’s Mod, pero convertido en un juego completo, con una dinámica muy similar a Dead by Daylight.

La mezcla de esconderse como objetos, cooperar con otros jugadores y huir del asesino daba partidas tensas y originales. Tenía potencial y, durante un tiempo, cumplía como experiencia multijugador distinta.

El problema es que todo eso ya no importa: con los servidores cerrados y el juego retirado, queda como un ejemplo de buen concepto mal gestionado. Por muy entretenido que fuera en su momento, hoy no es recomendable.

Un juego que pudo ser algo grande… y acabó cayendo por sus propios errores.

Genital Jousting es tan absurdo como brillante. Sí, el concepto es el que es, pero detrás del humor adulto y descarado hay un party game divertidísimo, sorprendentemente bien diseñado y con una creatividad que no se ve todos los días.

En multijugador es puro caos: risas constantes, situaciones ridículas y pique sano garantizado. Pero la sorpresa viene con su modo historia, que contra todo pronóstico es ingenioso, irónico y hasta reflexivo, usando el humor para hablar de temas muy humanos sin ponerse intenso.

Es un juego picante, irreverente y sin complejos, que sabe exactamente lo que quiere ser y lo ejecuta con personalidad. No es solo una broma: es un título sólido, memorable y perfecto para jugar con amigos (o para reírte solo de lo incómodo que puede llegar a ser).

Si buscas algo diferente, adulto y con mucho cachondeo, Genital Jousting es una experiencia única.

Bongo Cat es un juego gratuito, simple y sorprendentemente motivador. Básicamente tienes un gato que reacciona a cada click del ratón o tecla que pulsas, convirtiendo cualquier acción en una pequeña recompensa visual constante.

Yo lo he usado mientras jugaba a otros juegos, solo para ver cuánto tardaba en llegar al millón de clicks… y la verdad, ni tan mal: unas 11 horas. No estorba, no molesta y añade ese toque absurdo pero agradable que te saca una sonrisa sin darte cuenta.

No pretende ser profundo ni complejo, pero cumple perfectamente su función: acompañarte mientras juegas y darte una excusa más para seguir apretando teclas. Ideal como complemento, totalmente gratis y encantador.

Aurelia es un juego excepcionalmente bien construido, y lo más destacable es que su calidad va mucho más allá de ser un título +18. No se apoya únicamente en el contenido adulto, sino que ofrece una experiencia narrativa sólida, cuidada y con personalidad propia.

El protagonista está muy bien planteado: es carismático, tranquilo y empático, lejos del típico personaje plano o excesivamente sexualizado. No busca activamente a las mujeres, sino que son sus acciones, valores y buen corazón los que generan vínculos creíbles y naturales. Esto hace que las relaciones se sientan orgánicas y no forzadas.

La historia principal está sorprendentemente bien desarrollada, con momentos altos y bajos, giros argumentales bien ejecutados y un desenlace satisfactorio, algo poco habitual en este tipo de juegos. Además, la variedad de personajes, romances y situaciones demuestra una imaginación amplia y bien aprovechada.

El apartado artístico es sobresaliente: personajes, escenarios y escenas están ilustrados con muchísimo detalle, y se nota claramente la pasión y el mimo puestos en cada elemento visual y narrativo. A esto se suma un humor ingenioso, diálogos ágiles y momentos románticos que logran transmitir calidez y emoción, elevando enormemente la experiencia.

En conjunto, Aurelia es una visual novel adulta de gran calidad, con una narrativa bien escrita, arte impresionante y una identidad muy marcada. Un ejemplo claro de que los juegos +18 pueden ofrecer contenido profundo, elegante y memorable.

Worlde 2 es, sinceramente, una muy mala compra. Cuesta 30€ (en estas rebajas 1,95€ y aún así lo veo caro) y el contenido que ofrece es ridículo para ese precio. En mi caso, el juego no me duró ni 30 minutos, tiempo más que suficiente para adivinar todas las palabras disponibles.

Aunque en Steam indica que la interfaz está en castellano y catalán, el juego es totalmente en inglés, lo cual resulta engañoso. Además, la dificultad es inexistente: es absurdamente sencillo, sin ningún tipo de reto real ni progresión.

No aporta nada nuevo ni interesante, y la experiencia se siente más como una demo mal planteada que como un juego completo. Lo peor es que ni siquiera merece la pena rebajado, cuando existen decenas de juegos de palabras en móvil mucho más completos, más difíciles y totalmente gratis.

Un precio desorbitado para un producto muy pobre. No recomendado en absoluto.

Maiden and Lord se presenta como un juego de estrategia con construcción de bases, enfoque PvE y una estética colorida que intenta crear un mundo mágico y agradable a la vista. En ese sentido, cumple: es vistoso, accesible y puede resultar entretenido durante las primeras horas.

El problema llega cuando rascas un poco más. Estamos ante un gacha en toda regla, con todas las prácticas asociadas al género: progresión artificialmente lenta, incentivos constantes para gastar dinero y una sensación clara de pay-to-win, muy típica de juegos móviles trasladados a PC sin demasiados cambios.

La jugabilidad no aporta nada realmente nuevo: crear tropas, mejorar la base y avanzar poco a poco. La única “diferencia” real es que los protagonistas son chicas con poca ropa, lo que deja claro cuál es el principal reclamo del juego, por encima del diseño o la profundidad estratégica.

Además, resulta difícil ignorar la sospecha sobre la legitimidad de muchas reseñas positivas, con patrones habituales de estudios chinos, reseñas genéricas y usuarios recurrentes. A esto se suma un apartado artístico que da la sensación de estar generado por IA, restándole aún más personalidad al conjunto.

En resumen, Maiden and Lord es un juego correcto en lo visual, pero poco original, muy dependiente del gacha y con prácticas cuestionables. Recomendable solo si sabes exactamente a lo que vienes y toleras este tipo de modelos.

En The Room Three la saga da un paso adelante al permitir desplazarse entre distintas estancias, lo que eleva la complejidad de los puzles y los hace más interesantes. Esta libertad añade profundidad, aunque en ciertos momentos puede resultar algo pesado tener que ir y venir constantemente.

Los rompecabezas siguen estando muy bien diseñados y la atmósfera oscura y enigmática continúa siendo uno de sus mayores atractivos. Además, los finales alternativos aportan un plus de rejugabilidad.

Donde flojea es en la narrativa: los textos y mensajes son demasiado crípticos y cuesta entender el contexto y las motivaciones del personaje. Con una historia mejor explicada, la inmersión sería mucho mayor. Aun así, el conjunto es sobresaliente y se siente como una entrega muy sólida de la saga.